"Dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes." (Efesios 4:23 NTV)
A través de la Biblia, vemos una verdad importante ilustrada una y otra vez: El Espíritu Santo suelta su poder en el momento en que das un paso de fe.
Cuando Josué fue afrontado con una barrera intransitable, las aguas desbordadas del río Jordán retrocedieron sólo después de que los líderes dieron un paso en la impetuosa corriente en obediencia y en fe. La obediencia abre el poder de Dios.
No esperen a sentirse poderosos o seguros.
Avanza en tu debilidad, haciendo lo correcto, a pesar de tus temores y sentimientos.
Esta es la forma de cooperar con el Espíritu Santo y así es como se desarrolla tu carácter.
Pablo explica nuestras tres responsabilidades en semejanza a Cristo:
En primer lugar, debemos optar por dejar de lado las viejas formas de actuar.
"Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos" (Efesios 4:22 DHH)
En segundo lugar, debemos cambiar nuestra forma de pensar. "Dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes." (Efesios 4:23 NTV).
La Biblia dice que somos "transformados" por la renovación de nuestra mente (Romanos 12:2)
En tercer lugar, debemos poner el carácter de Cristo mediante el desarrollo de nuevos hábitos piadosos.
Tu carácter es esencialmente no solo la suma de tus hábitos, sino que es la forma habitual de actuar.
La Biblia dice: "Ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad." (Efesios 4:24 NVI).
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