La perfección es de Dios.
Reconozcamos lo que tenemos: nuestros ojos, nuestra vista; nuestra nariz, nuestro olfato; nuestras orejas, la escucha; nuestras manos, nuestras obras; nuestros pies, nuestros pasos; nuestra boca, nuestras palabras; nuestro vientre, nuestros hijos; nuestro cerebro, nuestra inteligencia.
Podría faltarnos algo pero algo también nos sobra para dar y para recibir.
¡Tenemos tanto por lo cual agradecer a nuestro creador! Si le pedimos, démosle; si le reclamamos, entreguemos a los demás; si le debemos, seamos agradecidos.
Nuestro Padre se desvive por nosotros.
¿Y nosotros, qué hacemos por Él o qué hacemos para Él?
Busquemos la forma de agradarlo, de exaltarlo, pues por su misericordia somos lo que somos.
Fuente: Josefina Navarro
elcaribecdn.com
No comments:
Post a Comment