Tiempos bíblicos y proféticos

Los tiempos que estamos viviendo son tiempos bíblicos y proféticos.

Dios no quiere que estas cosas ocurran y él las anuncia antes de que sucedan.

La palabra dice que para este tiempo del fin los dolores de parto de la humanidad iban en aumento como cuando la mujer va a dar a luz.

La humanidad está con dolores de parto y no vuelve atrás.

En Mateo, capítulo 24, versículos 7-8, dice: "Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares, Y todo será principio de dolores".

Hay muchas señales hacia fuera de la iglesia, señales para los incrédulos no para los cristianos, porque no vivimos por señales sino porque Cristo habita en nuestro corazón. El que ha sido restaurado no vive por situaciones, éstas ocurren pero a los creyentes nos dice que cada día debemos gozarnos y levantar nuestra cabeza, ya que nuestra redención está cerca y debemos hacerlo vida en nosotros.

Tenemos que reeducarnos en la fe y es por medio de la palabra de Dios, porque Jesucristo nos la dejó para que a pesar de las cosas que sucedan, nos gocemos en él y esperemos en él, porque sabemos que está con nosotros.

La evidencia de que una persona que antes era carnal y ahora es espiritual, es porque se produce en ésta una transformación y se regenera por la obra de misericordia y amor de Dios.Debemos cambiar la primera creación por la segunda y debemos dejar que Dios se forme en nosotros, estas son evidencias de que estamos restaurados. Cuando nos arrepentimos y convertimos van a venir a nuestras vidas tiempos de gracia.

No debemos vivir conforme a la costumbre de los tiempos, sino conforme a la voluntad de Dios. Los tiempos que estamos viviendo, son tiempos de transición, de cambios bruscos donde tenemos que escudriñar la palabra de Dios para saber lo que él ha dicho acerca de ellos y no buscar el conocimiento de los tiempos en adivinos, astrólogos, etc. Porque la ira de Dios cae sobre aquel y sobre la descendencia del que practica estas cosas.

Sólo a Dios debemos consultar. En Isaías, capítulo 45, versículo 11, dice: "Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos".

El autor es pastor.
Lucas Rojas