Thursday, April 26, 2007

La puerta

A lo largo de los años, la simpleza del Evangelio ha estado siendo opacada por la ignorancia del hombre.

El ser humano queriendo ser sabio se ha hecho necio, pues ha cambiando la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador(Romanos 1:22; Romanos 1:25).

Mas, decir Evangelio es decir Buenas Nuevas para todos los hombres, aún para aquellos que en su ignorancia han venido buscando a Dios, aplicando sus razonamientos y sus tradiciones, que no son más que obras muertas, las cuales constituyen un obstáculo para la transmisión de la diafanidad de la Verdad.

El Evangelio es simple; el Evangelio es una persona; el Evangelio es Cristo.Él es el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2).Él es el único medio por el cual podemos ser salvos.Él dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo” (Juan 10:9).

y con esas palabras, lo que el Señor nos quiere enseñar es la importancia que debe tener para nosotros el acercarnos a Él entendiendo que es el único medio para poder entrar al reino de Dios.

La puerta representa un medio físico usado pasar de un lugar a otro, de un ambiente a otro. Así el Señor Jesús nos muestra que lo mismo sucede en el mundo espiritual, cuando venimos a la presencia del Señor y le reconocemos como nuestro Señor y salvador: entramos por la puerta que es Cristo e inmediatamente pasamos de muerte a vida.Jesucristo dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

Por tanto, hemos sido trasladados de la oscuridad al reino de la luz que es en Cristo Jesús, porque Él es la luz del mundo, y el que lo sigue: “..., no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Entonces yo te pregunto: ¿cómo dices tú que amas y crees en Dios, si aún no has entrado por la puerta? Jesús dice en su Palabra que nadie puede venir al Padre si no es por medio de El (Juan 14:6), por lo que si no has usado esa puerta, quiere decir que realmente no has entrado a él.

Por tanto, apresúrate a entrar, porque muchos un día procurarán entrar y no podrán, porque después que el Padre de familia (Dios) se haya levantado y cerrado la puerta, y estando tú afuera, empieces a llamar a la puerta diciendo: Señor, ábrenos.El respondiendo te dirá: “No sé de dónde sois” (Lucas 13:25). Entonces, comenzarás a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste” (v. 26). Pero Él te dirá: “Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad” (v. 27).

En ese momento ya será tarde para ti, porque a Dios no se llega por lo mucho que hayamos hecho o digamos delante de Él, sino mediante el sacrificio de su Hijo Jesucristo, el cual murió por ti y por mí una vez, y vive para siempre para salvar a todos los hombres que por Él se acercan a Dios (Hebreos 7:25).Una vez un carcelero pregunto al apóstol Pablo diciendo: ¿Qué debe hacer para ser salvo? Y el apóstol le contestó: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31), pues como bien dice la Palabra: “...en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

Por esta razón hermano mío, te invito a que entres por la puerta que Dios nos ha dado.
Usa la puerta de su amor y de su misericordia, expresados en Cristo Jesús,
el cual te espera con los brazos abiertos para hacerte bien y acompañarte para siempre.

Amen.

¡Te invito a entrar!

Tratado de: www.elamanecer.org

Medios de vida:

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http://luzdeadonai.blogspot.com/

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